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|a En esta publicación se sintetizan los resultados obtenidos y las lecciones aprendidas durante la ejecución del proyecto CEPAL/GTZ "Indicadores socioeconómicos de la desertificación", ejecutado por la CEPAL en Argentina, Brasil y Chile. En el capítulo I, "Pobreza, desertificación y degradación de tierras", elaborado por César Morales, se abordan las relaciones de causalidad entre pobreza, desertificación y degradación de tierras en los países de la región. En este capítulo se muestran los avances en la construcción del marco teórico y metodológico que sustenta la definición del conjunto de indicadores sobre el impacto socioeconómico de la desertificación, utilizados en el proyecto. Se analizan las relaciones entre pobreza, desertificación y migración, a través del estudio de la situación en Argentina, Brasil y Chile. Se entrega un exhaustivo examen de la literatura acerca del tema desarrollada en distintas regiones del mundo, así como de los avances logrados en materia de modelos explicativos e indicadores relativos a la desertificación. Y se aporta, asimismo, una formalización econométrica del modelo de la desertificación propuesto. En el capítulo II, Wilfredo Alfaro analiza la desertificación como factor de pérdida de sostenibilidad, eficiencia y equidad en la asignación de recursos y en la distribución transgeneracional del bienestar. Se examinan las ineficiencias en la distribución del bienestar en áreas desertificadas, las fallas de los mercados, las instituciones y las políticas públicas. Se analizan aspectos relativos a la valoración de las tierras secas en términos de uso directo e indirecto, uso consuntivo y no consuntivo, valor de opción, valor de cuasi opción, valor de no uso y valor de existencia o de legado. Finalmente, se hace una síntesis de los métodos de valoración ambiental de los bienes y servicios que aportan las tierras secas al bienestar humano y que pueden ser amenazados por la desertificación, tales como el enfoque de producción, los gastos defensivos, los daños evitados, el costo de reposición, los precios hedónicos, el costo de viaje y la valoración contingente. El capítulo III, escrito por Miguel Torres y Sebastián Vergara, contiene una profundización de los modelos econométricos y expone los resultados obtenidos mediante su aplicación con la base de datos del último Censo agropecuario de Chile, para el caso de la IV Región. En este capítulo se muestra: que la productividad total de factores (PTF); es mayor en unidades productivas ubicadas en zonas no desertificadas que en las explotaciones localizadas en los territorios afectados por la desertificación. Esta tesis equivale a decir que la eficiencia productiva es mayor en las áreas no desertificadas que en las desertificadas; que el efecto del ganado caprino impone una alta presión sobre el recurso tierra, limitando su capacidad productiva y potenciando de este modo los procesos de degradación y desertificación, que a largo plazo profundizan el círculo vicioso pobreza-desertificación; y que como el efecto de la desertificación sobre la capacidad productiva de la tierra es diferente en las zonas desertificadas y no desertificadas, se observan diferenciales de elasticidad tierra-valor bruto de producción (VBP);. En el capítulo se abordan las hipótesis desde la perspectiva de tres líneas de análisis: i); estimación de funciones de producción, ii); estimación de funciones de producción cuantílicas y iii); estimación de frontera estocástica de producción. El capítulo IV, de Heitor Matallo, se refiere a la economía de la desertificación. El autor sistematiza las ideas sobre los costos de este fenómeno. Aborda los patrones habituales en Brasil en relación con la formulación e implementación de políticas públicas, en especial las de naturaleza ambiental, que registran importantes índices de fracaso, y muestra cómo, desde los años setenta, los órganos gubernamentales han tenido un comportamiento oscilante con respecto al tema, ya sea otorgándole importancia, ya sea olvidando que existe. Alude, además, al progresivo agravamiento del problema de la desertificación en todo el semiárido brasileño. Ante la falta de los instrumentos necesarios para convencer a las autoridades y a la sociedad de la relevancia del problema, afirma que es preciso producir argumentos en el único lenguaje que los planificadores y políticos entienden: el lenguaje económico, poniendo de manifiesto que el combate a la desertificación es una necesidad económica y que satisface requisitos propios de la lógica del sistema de producción de excedentes y ganancias. Matallo propone desarrollar instrumentos económicos para las políticas de lucha contra la desertificación, más inmunes a las crisis del Estado y más eficientes para la conservación de los recursos naturales. En el capítulo V se dan a conocer el sistema de indicadores socioeconómicos de la desertificación construidos durante el proyecto, las herramientas existentes para su procesamiento, en especial el programa computacional REDATAM desarrollado por la CEPAL, y las formas de acceder a la información. El capítulo VI es producto del trabajo de Vania Trajano, Soledad Parada, Juan Eduardo Faúndez, Patricia Macagno y Francisco Brzovic, consultores del proyecto. En él se da cuenta de una de las actividades centrales del proyecto CEPAL/GTZ, que consistió en un proceso de consulta a la población de zonas afectadas por el fenómeno, en concordancia con la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que establece que ésta debe implementarse y planificarse en un marco de participación de todos los actores involucrados en especial de la comunidad. Ello permite dar a conocer la visión local y las ponderaciones de los actores directos respecto de las causas y consecuencias de la desertificación, para contribuir desde una perspectiva socioeconómica a la validación del conjunto de indicadores predefinidos y del modelo explicativo de la desertificación. También se considera en este capítulo que la población que vive en áreas afectadas por la desertificación cuenta, a menudo, con valiosa información que puede ser útil para la formulación de un modelo de interpretación y seguimiento, y para recolectar nueva información. De esta manera, es posible complementar la información contenida en los registros oficiales, tales como los censos de población y agropecuarios, con las encuestas de hogares. En este capítulo se presentan los resultados de la consulta a comunidades de la Puna en Argentina, Caicó en Brasil y Río Hurtado en Chile, así como las metodologías aplicadas y los análisis de contexto realizados en cada caso. En el capítulo VII se da a conocer el trabajo de Laura Torres, Elena Abraham, Elma Montaña y Eduardo Torres, que contribuye a abordar los aspectos socioeconómicos de la desertificación por medio de una metodología de utilización de indicadores que permitan medir los aspectos sociales en el marco de procesos locales de degradación, con vistas a dar fundamento a políticas de intervención. Este aporte se efectúa sobre la base de experiencias concretas que vinculan trabajos de campo con períodos de estudio en laboratorio y que al igual que en los casos anteriores, recogen las visiones "desde adentro", es decir, aquellas que los propios actores locales sostienen en relación con los procesos de desertificación y con el uso de los recursos. Mediante una propuesta metodológica, los autores articulan la mirada de "lo local" y la sinergia de instancias de comparación a escala regional, nacional e internacional. Finalmente, en el capítulo VIII se presenta un trabajo de Fernando Santibáñez y Paula Santibáñez, del Centro de Agricultura y Medio Ambiente (AGRIMED); de la Universidad de Chile. Mediante un estudio de caso realizado en una región árida del borde sur del desierto de Atacama en Chile, se muestra cómo construir un sistema indicadores para evaluar y medir, en un lenguaje comprensible, las dimensiones ambiental y humana de los fenómenos relacionados con la degradación de la tierra, de modo de apoyar el proceso de toma de decisiones a nivel nacional, local y privado. Por medio de metodologías simples y al alcance de cualquier grupo de trabajo, se desarolla un sistema de indicadores que permiten expresar, en un lenguaje de números e imágenes, aquellas situaciones ambiental y socialmente críticas que merecen la atención de los gobiernos si se desea conducir el desarrollo por una vía sustentable.
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