El Catálogo Colectivo reúne los registros del material que posee cada una de las
bibliotecas de la Universidad Nacional de Córdoba, pudiendo encontrarse colecciones
especializadas y actualizadas en todas las áreas del conocimiento; lo que permite una
amplia visibilidad y garantiza el acceso al patrimonio documental de la Universidad.
Se encuentra disponible para toda la comunidad académica: estudiantes, docentes,
egresados e investigadores.
Si formas parte de la comunidad de la UNC también podés solicitar préstamos de material,
a cualquier biblioteca universitaria, utilizando el servicio de préstamo interbibliotecario,
independientemente de la facultad a la que pertenezcas, la carrera que curses o la cátedra
que dictes.
Todas las ciudades, grandes y pequeñas, tienen sus iglesias, mezquitas, sinagogas. Desde los taoístas hasta los fieles del Gauchito Gil, cada uno tiene sus lugares sacros, sus metar y peregrinajes. Tienen, ante todo, sus propias historias para cada cosa y para la totalidad de estas, aquellas en las...
|a Todas las ciudades, grandes y pequeñas, tienen sus iglesias, mezquitas, sinagogas. Desde los taoístas hasta los fieles del Gauchito Gil, cada uno tiene sus lugares sacros, sus metar y peregrinajes. Tienen, ante todo, sus propias historias para cada cosa y para la totalidad de estas, aquellas en las que cada uno legítimamente cree. Desde el origen de la vida hasta el destino último de nuestras almas se cuentan a miles las historias como a miles se cuentas las religiones. En cada ciudad, en cada barrio, en cada pueblo siempre hay un bar de esos que no son impersonales, que se diferencian con la mayor parte de los bares de hoy, del tipo modelo McDonald's. Para la felicidad de millones de seres humanos, quienes como este escriba no tienen un destino ya elaborado para sus propias almas, existe la posibilidad de encontrar, en cualquier ciudad del mundo, uno de estos bares. Apenas atravesado el umbral de su puerta se siente una cierta electricidad, porque quienes están dentro de ese territorio, están dispuestos a dejarte disfrutar tu vino o tu Martini en paz, están con los brazos abiertos y con ganas de compartir sus momentos de gloria, las historias del lugar, su libre albedrío. Cuando estas lejos de casa y entras con el espíritu justo a uno de estos bares, se materializa como en ninguna otra parte el humano reconocimiento mutuo entre el forastero y los locales. La humanidad se hace transversal, las diferencias son una oportunidad enriquecedora, se brinda golpeando a las puertas del cielo. Templos laicos y paganos, pequeños planetas habitados por personas e increíbles personajes cuyas historias ningún cronista podría ignorar.
