Elite letrada y alta cultura en el fin de siglo. El Ateneo de Córdoba, 1894-1913

Tesis elaborada en el marco de la carrera de Historia, durante el año 2009 y bajo la dirección de la Lic. Ana Clarisa Agüero. "La tesis propone un aporte a la historia sociocultural de Córdoba a través del análisis de una experiencia que aunque breve, fue signo de un cierto estado de cosas en e...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: López, María Victoria
Other Authors: Agüero, Ana Clarisa
Format: bachelorThesis
Language:spa
Published: 2012
Subjects:
Online Access:http://hdl.handle.net/11086/395
Description
Summary:Tesis elaborada en el marco de la carrera de Historia, durante el año 2009 y bajo la dirección de la Lic. Ana Clarisa Agüero. "La tesis propone un aporte a la historia sociocultural de Córdoba a través del análisis de una experiencia que aunque breve, fue signo de un cierto estado de cosas en el ámbito de la cultura de la elite local a fines del siglo XIX: la marcada heterogeneidad de la elite letrada, cuyas diferencias eran atenuadas dentro de una representación abarcativa de la cultura; un proceso incipiente de especialización profesional e intelectual conviviendo con una largamente cultivada práctica polígrafa; el comienzo de la institucionalización de las artes en la ciudad y la persistencia de una elite pequeña, entrelazada y multi-implantada, que retiene el monopolio de la cultura cerrándose sobre sí misma pero que, a la vez, no es ajena a cierta búsqueda de publicidad. El Ateneo de Córdoba fue una asociación sociocultural de la elite letrada cordobesa, fundada por un grupo de universitarios. Su proximidad con el mundo universitario lo distinguía del contemporáneo Ateneo de Buenos Aires (fundado en 1892) y se expresaba, además, en las disposiciones que establecían la prioridad de catedráticos y académicos para integrarlo, la presidencia honoraria del rector de la Universidad y sus lugares de reunión iniciales (Salón de Grados, salón de actos de la Facultad de Medicina). Logró nuclear a un heterogéneo conjunto masculino de miembros de esa elite; compuesta inicialmente por universitarios (mayormente doctores en derecho pero también médicos, científicos e ingenieros) y miembros del Seminario Conciliar, rápidamente incorporó a artistas (pintores y músicos) y “amantes de las bellas letras” (escritores, periodistas e incipientes críticos). Las principales líneas político-ideológicas que dividían la elite local estaban representadas en la asociación, así como otros clivajes de edad y nacionalidad. Llegó a contar con poco más de 130 miembros. Sus pretensiones universalistas convivían con ciertas tentativas de especialización que el Ateneo esbozaba o bien apoyaba, con diverso éxito. Entre sus actividades regulares se contaban conferencias, veladas literarias y musicales, diversos homenajes, un salón de lectura abierto al público y una biblioteca. El proyecto de publicar una revista nunca alcanzó a concretarse. En 1896, 1897 y 1899 realizó exposiciones y concursos pictóricos de aficionados, en las que un grupo de artistas compuesto por Genaro Pérez, Emilio Caraffa, Honorio Mossi, Andrés Piñero, Manuel Cardeñosa, Herminio Malvino y Fidel Pelliza ofició de jurados, además de exponer algunas de sus obras. Otro de los eventos más resonados fue el homenaje a Rubén Darío realizado en octubre de 1896, cuando éste visitó Córdoba. Mantuvo una intensa actividad hasta 1901-1902, momento a partir del cual lentamente decae hasta su extinción oficial en 1913".