El Catálogo Colectivo reúne los registros del material que posee cada una de las
bibliotecas de la Universidad Nacional de Córdoba, pudiendo encontrarse colecciones
especializadas y actualizadas en todas las áreas del conocimiento; lo que permite una
amplia visibilidad y garantiza el acceso al patrimonio documental de la Universidad.
Se encuentra disponible para toda la comunidad académica: estudiantes, docentes,
egresados e investigadores.
Si formas parte de la comunidad de la UNC también podés solicitar préstamos de material,
a cualquier biblioteca universitaria, utilizando el servicio de préstamo interbibliotecario,
independientemente de la facultad a la que pertenezcas, la carrera que curses o la cátedra
que dictes.
En ocasiones, las cosas no resultan sencillas. No todos nacen para ser estrellas, ni tienen tanta habilidad para un deporte que se destacan de inmediato, desde pibes. A veces, muchos fenómenos surgen a partir del esfuerzo, de una mentalidad particular, de no bajonearse cuando las cosas salen mal, de...
En ocasiones, las cosas no resultan sencillas. No todos nacen para ser estrellas, ni tienen tanta habilidad para un deporte que se destacan de inmediato, desde pibes. A veces, muchos fenómenos surgen a partir del esfuerzo, de una mentalidad particular, de no bajonearse cuando las cosas salen mal, de nunca darse por vencido. Porque se aprende a ganar y también a perder, y a empezar de cero. Ese es el caso de Manu Ginóbili, el protagonista de esta historia. No era ni tan alto ni su físico parecía ayudarlo en su deseo de dedicarse a jugar al básquet, pero nunca se resignó. Manu quería ser jugador profesional y soñaba con integrar la selección argentina; entonces se puso a trabajar: entrenaba, corría, hacía ejercicio, se cuidaba en su alimentación, aprendía de sus errores y de sus rivales, se caía una y mil veces y siempre se volvía a levantar. Hasta que un día, esa zurda mágica lo llevó a lo más alto: a integrar el equipo argentino con sus amigos y a ganar una medalla de oro y otra de bronce. A ser figura y ganar cuatro campeonatos en la mejor liga del mundo: la NBA. A seguir jugando hasta hoy, con cuarenta años, con el mismo deseo de siempre. Y en todo momento, sabiendo que el equipo es lo más importante, que ayudar a un compañero es ayudarse a uno mismo, que las individualidades no ganan títulos y que la inteligencia y la mentalidad son herramientas muy valiosas en el deporte y en la vida. Por todas estas razones, Manu Ginóbili es nuestro aventurero del deporte. Porque, a veces, los genios tardan en aparecer, o emergen a partir del esfuerzo silencioso de todos los días.