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|a En el marco de la pandemia por el nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, y frente a la falta de antivirales efectivos, se aplicaron terapias farmacológicas para contrarrestar los síntomas de una enfermedad cuya fisiopatogenia se iba conociendo a medida que avanzaba como una epidemia mundial. Simultáneamente, se inició la búsqueda de nuevos antivirales, comenzando con el uso de fármacos conocidos, bajo la forma “off label”, es decir medicamentos autorizados para otras indicaciones terapéuticas (antibióticos, antiparasitarios, anticancerígenos), inclusive se recurrió a fármacos en vía de investigación (muchos de origen biotecnológico). En este contexto, los compuestos químicos de origen natural no quedaron ajenos, como por ejemplo la colchicina por sus propiedades antimaláricas. Y el acervo popular/tradicional comenzó a proponer plantas medicinales. En consecuencia, se planteó como objetivo de este trabajo de tesina: buscar potenciales agentes terapéuticos o preventivos para COVID-19 a partir de especies naturales bioactivas. En primer lugar, se llevó a cabo un estudio exploratorio de carácter bibliográfico de posibles drogas naturales (especies vegetales, macrohongos y líquenes) que, en función de sus antecedentes antiinflamatorios, inmunomoduladores y su efecto inhibitorio sobre otros Betacoronavirus (género al cual pertenece el agente etiológico de COVID-19: SARS-CoV-2) o virus ARN-envueltos con características similares, puedan ser propuestas como fuente de potenciales agentes terapéuticos o preventivos para COVID-19. Esta búsqueda evidenció una gran variedad de especies vegetales, incluidos sus principales metabolitos secundarios, que han sido ensayados en cuanto a su actividad antiviral sobre otros Betacoronavirus, especialmente sobre MERS-CoV y SARS-CoV (filogenéticamente relacionados con SARS-CoV-2) que fueron responsables de infecciones epidémicas previas, con significativo porcentaje de letalidad. A partir del análisis de los trabajos científicos encontrados, se pudieron identificar los principales mecanismos de acción involucrados en el efecto de preparados o metabolitos secundarios sobre estos dos modelos virales: inhibición de la replicación viral, inhibición enzimática, acción virucida e interacción entre la proteína S y los receptores ACE2. A su vez, permitió registrar especies naturales bioactivas o compuestos químicos, que podrían ser investigados con mayor profundidad para proponerlos como posibles fuentes de compuestos antivirales (Drogas vegetales) o como agentes antivirales (metabolitos secundarios), y que deberían evaluarse en cuanto a su actividad antiviral o virucida sobre SARS-CoV-2. En segundo lugar, debido a numerosas consultas recibidas sobre el uso de “cúrcuma” y “equinácea” como tratamiento terapéutico o preventivo de COVID-19, se realizó un estudio bibliográfico de los géneros a los cuales pertenecen las especies conocidas popularmente con estos nombres: Curcuma L. (Zingiberaceae) y Echinacea Moench (Asteraceae). Se estableció que las plantas medicinales con mayor cantidad de estudios químicos y con efectos biológicos que podrían actuar sobre la fisiopatogenia de COVID-19, esto es actividad antiinflamatoria, inmunomoduladora y antiviral, son: Curcuma longa L., (rizomas) y Echinacea purpurea (L.) Moench (planta entera). Sin embargo, son necesarios estudios experimentales para evaluar su eficacia sobre SARS-CoV-2 y realizar ensayos farmacológicos más profundos para determinar su seguridad en humanos.En tercer lugar, se propuso verificar el uso sugerido por el acervo popular sobre C. longa (“cúrcuma”) y Echinacea spp. (“equinácea”) como agentes terapéuticos/preventivos de COVID-19. En el caso de C. longa se evaluó la actividad antiviral y virucida in vitro de infusión y decocción; mientras que para Echinacea spp., se ensayó infusión y tintura, preparadas a partir de material vegetal comercializado en la ciudad de Córdoba. Estos preparados no mostraron actividad antiviral/virucida sobre SARS-CoV-2 in vitro; por lo tanto, no se pudo confirmar el uso popular propuesto para estas especies, respecto de COVID-19. Por otro lado, se evaluaron dos metabolitos secundarios presentes en líquenes: parietina (PTN) y ácido úsnico (AUs), ya que demostraron ser activos sobre ARN-envueltos (similitud con betacoronavirus) y, por lo tanto, con potencial acción sobre SARS-CoV-2. Sin embargo, en este trabajo no se demostró la capacidad de estos compuestos para inhibir este virus in vitro a las concentraciones ensayadas. Como hallazgo a destacar de este trabajo, es que se trata del primer reporte relacionado a la investigación de la actividad antiviral y virucida in vitro de extractos acuosos de Curcuma longa y Echinacea spp., parietina (PTN) y ácido úsnico (AUs) sobre SARS-CoV-2.
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